La joven historia de Jarra y Pedal

Ha llamado la atención (a mí incluido) el grupo tan grande de ciclistas que hemos formado en poco tiempo en Aliaga. Cada uno habrá vivido su propia experiencia de su entrada en el club, yo voy a contar lo que recuerdo de cómo se formó el club. Un club cojonudo por otro lado, porque no tenemos nada, ni papeles, ni directiva, ni local, ni nada de nada, lo cual nos evita los follones de papeleos y múltiples trámites de los clubes federados. Solo tenemos una cosa que nos une, un maillot, suficiente para ser un gran club, porque lo importante no son los papeles, lo importante es el grupo humano, y precisamente de humanidad vamos sobrados.

Decía que sólo nos une el maillot, y en lo material efectivamente es así, pero lo que de verdad nos une es la pasión por la bicicleta y las ganas de compartir nuestra afición con los compañeros y amigos de Jarra y Pedal. La ilusión que tenemos cada uno por ser mejor ciclista, escalar más rápido, bajar con más seguridad, rodar con mayor facilidad, etc, nos hace entrenar día a día para conseguir esos objetivos, pero cuando llega el verano esa ilusión cambia, ya no es ser un gran escalador o un mejor bajador, la ilusión es salir con Jarra y Pedal, punto, no hace falta nada más, salir con el grupo y ya, para lograr lo que es nuestro lema: "Qué felices somos". Y esto es lo más grande que hemos logrado, ser felices y hacer felices a muchos que antes lo intentaban de manera individual, pero que es mucho más fácil haciéndolo en grupo. Hemos logrado eso, y también, aparte de practicar nuestro deporte favorito con unas rutas exquisitas por nuestro querido pueblo, también hemos conseguido hacer nuevas amistades ¿qué más podemos pedir?. Yo con algunos de Jarra y Pedal ya tenía bastante relación antes, pero con otros solo de hola y adiós, y a otros casi ni los conocía, me imagino que a todos os habrá pasado igual, ¿y ahora?, ahora tengo un montón de amigos nuevos con los que hablar, de bici o de cualquier cosa, y eso es un verdadero placer. Y digo amigos, claro que sí, vale, no son los amigos de toda vida ni los amigos íntimos, pero sí que son amigos, para hablar, para ayudarles en lo que haga falta o para pedirles un favor, o para lo que sea. Todo esto lo hemos conseguido gracias a Jarra y Pedal. Voy a contaros como nació Jarra y Pedal, vamos, según lo que yo recuerdo, aunque quizás me dejaré algún dato (seguro), o me equivocaré en alguno también (probable), pero bueno, para eso está este blog y podéis hacer las correcciones que creáis oportunas.

Todo empezó en 2.010, aunque el club (los maillots me refiero) no se formaría hasta 2.013, y lo que pasó ese año fue muy poca cosa, pero fue el embrión de lo que sucedería más adelante. Ya hacía bastantes años que salíamos en bicicleta de carretera un grupo muy majo de ciclistas, Manuel, Millán, Tryky, Enguita, Ramón y yo mismo, de una manera habitual, y ocasionalmente José Pérez, Ana y algún otro. Un día cuando volvía a casa con la bici vi a John y a Pili que acababan de llegar de hacer una ruta con la bicicleta de montaña, paré, hablamos un poco, les dije que cuando quisieran podíamos salir juntos a dar una vuelta con la bici, y ellos me dijeron "buffff, que tú corres mucho, que tal ... y Pascual". Yo me reía por dentro, me decía "les parece a estos chicos que voy a ir a machacarles" (pobres ignorantes, ni que yo fuera un Germán, o un Tryky). Ya no pasó nada más ese año, pero fue la semillita.

La cosa continuó en 2.011, también tuve alguna pequeña charla con John y Pili en la que continuaban mostrando su temor a ir conmigo en bici, pero aquí entró un nuevo personaje, o mejor dicho dos, Joaquín y Marina, con los cuales el embrión empezó a cuajar. Con Joaquín ya hacía años que éramos muy amigos, y con Marina de toda vida, la cosa es que Joaquín me dijo que en Zaragoza salía en bici con un amigo de vez en cuando. Yo le dije lo mismo que a John, que cuando quisiera podíamos salir a dar una vuelta, y él me dijo: "buffff, que tú corres mucho, que tal ... y Pascual" aunque en este caso el Pascual estaba más justificado, al ser el apellido de nuestro amigo Joaquín. Así quedó la cosa de momento, pero la semillita iba germinando. Yo sabía que Joaquín y Marina eran más lanzados y pronto se confirmaría.

La verdad es que no recuerdo cuando fue mi primera salida con ellos, y tampoco si fue solo con Joaquín y Marina o también con John y Pili. Lo que sí que recuerdo es que en verano de 2.012 salimos muchas veces juntos, yo salía un día con los de carretera y otro día con ellos, los cual sea dicho de paso, me fue cojonudamente. Ya estaba formado Jarra y Pedal, aunque todavía no lo sabíamos, pero el club ya había nacido. No sé, igual me hago viejo ya, pero mi memoria no da para más, creo que ese mismo 2.012 ya se nos unió alguien más, vosotros que sois más jóvenes y frescos os acordaréis mejor. No recuerdo si Manuel y Ana o los otros de carretera (Millán y Tryky) salieron alguna vez con nosotros, o si Santi y Mari se unieron ya también aquel verano (creo que sí), o Josvi, el otro Joaquín, José María, los de la Aldehuela (Andrés y Purito) no sé, la cosa es que eramos ya una grupeta maja, en la cual los cobardicas comprobaron que yo no mordía ni nada parecido, empezábamos a ser felices.

El año 2.013 fue el año de confirmación y el año de los maillots, aquí sí que ya se unió todo el mundo que ahora formamos el club. Con los que habíamos sembrado la semillita empezamos a hablar de que teníamos que hacer un maillot, y eso hicimos. A Joaquín se le ocurrió el nombre de Jarra y Pedal, monstruo Ciclón, que eres un mosntruo (aunque a fuer de ser sinceros, el nombre no tenía su copyright, pero es igual, eres un puto monstruo Ci). Después hicimos el diseño por ordenador con los de Owayo, elegimos colores, en lugar del negro había un verde llamativo muy majo que a Melero le gustaba mucho, pero Marina y Pili decían que era hortera (qué se sabrán ellas) y se tuvo que cambiar (ande hay patrón ...) Finalmente le robamos a Ramón la famosa frase que nos hace tan felices (sin mirar si había o no derecho de autor) y el maillot quedó acabado.

A partir de ahí todo ha ido rodado, y aunque nunca nos habíamos propuesto ningún objetivo, y estábamos lejos de imaginar el que tanta gente se nos uniera, quiero decir en mi nombre (aunque creo que los Johnes-as y los Ciclones-as también se unirán) lo orgulloso que estoy de que haya salido tan cojonudo grupo, y lo contento de que tanta gente nos lo pasemos tan bien con la jarra y con el pedal.

Como diría un afamado miembro de Jarra y Pedal, maravilloso, maravilloso.