martes, 11 de noviembre de 2014

La Behobia - San Sebastián

Este fin de semana, tres miembros de la sección Garra y Jarra de la grandísima Jarra y Pedal fuimos a correr a la Behobia-San Sebastián, mítica carrera que celebraba 50 años; ahí es ná.

Más de 30.000 corredores para hacer 20 km. en un continuo rompepiernas. Parte del éxito en la carrera consistía en coger una buena liebre que te marcara el ritmo. Ahí, sin duda, el Kuasi acertó.

LA LIEBRE DEL KUASI
 
Pero, altoooo. Aunque ésta sea la crónica de una carrera tampoco hay que correr tanto.

Todo esto empieza antes.

Todo comienza cuando camino de Donostia, escuchando a "La cabra mecánica", te preguntas ¿De dónde narices te sale la motivación para pegarte un madrugón un sábado por la mañana, coger el coche, hacerte casi 600 km. con toda la familia con el único objetivo de correr 20 km al límite de tus pulsaciones y acabar extenuado? Cuando te preguntas esto y no tienes una respuesta razonable es que algo se ha dado vuelta en tus prioridades y no hay marcha atrás. Lo haces y punto.

Pasamos por Zaragoza y pensamos en la numerosa y motivadísima sección zaragozana de jarra y pedal. "Uy, por la hora ya estarán almorzando", comenta Olga. En efecto, enseguida llega el wasap con las jarricas. No tienen remedio.

Los Monegros, el Moncayo, Las Bardenas Reales, la autovía de Leizarán y, al final, como un regalo a los sentidos: San Sebastián. ¿La ciudad más bonita de España? Posiblemente:

La playa de la concha desde el monte Igeldo




Buscamos y encontramos la casa. Allí nos están esperando Idoia y Aitor. Saludos, abrazos y a comer.  Última carga de carbohidratos, antes de ir a la feria del corredor a coger los dorsales. Miramos las previsiones: 50% de posibilidad de precipitaciones (han mejorado, a mitad de semana eran del 100%). La feria del corredor está en Anoeta -mítico estadio y mítico velódromo- y ya se huele el ambiente previo a las grandes carreras. Por mi experiencia, es aquí, con los corredores, con la mezcla de acentos de todo el mundo, con los voluntarios, los dorsales, las bolsas... es aquí y no antes donde empiezas a sentir, de verdad, la carrera: esto va en serio, piensas.

Luego hemos quedado con Kuasi y su sobrino para potear en la parte vieja. Tres cervezas, tres bares, un ambientazo que te tienta y que empieza a seducir a tu parte jarrera (hay que decir que en este grupo, todos la tenemos muy desarrollada esta parte jarrera) pero antes de que se nos vaya de las manos, cenamos y a dormir, que mañana corremos la Behobia-San Sebastián. Ahí es ná. 

La mañana es fría, mucho más fría que a lo que estamos acostumbrados en el mediterráneo, y húmeda, con pinta de llover. Tenemos que ir a la estación a coger el tren para Behobia. De allí un autobús-lanzadera nos llevará a la salida, justo al lado de la frontera con Francia. Esperando el autobús comienza a llover. Vaya carrerita nos espera.

¿Qué hacemos aquí con el día que hace?


Pero, entonces, ocurre el milagro. En la salida, mientras calentamos junto con otras 30.000 personas, va dejando de llover. Y no sólo eso. Como por arte de magia, sale el sol. Es un sol tímido, fresco pero que no nos dejará en toda la carrera. Una temperatura ideal, una humedad ideal: el día perfecto para correr. ¡Qué suerte para nuestra primera Behobia! Ahora sólo nos queda una cosa: disfrutar. Es tan buena la temperatura que en el primer avituallamiento le tengo que dejar parte de mi ropa de abrigo a Iune, la hija de Idoia y Aitor, que está dando bebidas a los corredores. 

Los primeros 5 km son un rompepiernas por Irún. Subidas y bajadas que como no lleves un buen calentamiento, la palmas. El ambiente es increíble, la gente volcada con la carrera, y cuando no es casco urbano, los paisajes verdes y húmedos del norte te dejan estupefacto. Entre los árboles, sólo se escucha el sonido de miles de zapatillas golpeando el suelo.

Entonces, cuando ya te has acostumbrado a subir y bajar toboganes, llega, sin avisar, el puerto de Gaintxurizketa. 2,5 km de subida. Mis sensaciones son buenísimas, tanto que pillo a la liebre de 1h 30'. Hecho el freno porque aún queda mucho y voy un rato con ellos. Coronamos y empieza la bajada. El grupo de la liebre de 1h 30' empieza a apretar bajando; a mi me llevan con el gancho y por miedo a desfondarme, los dejo ir. Cuando acabe la carrera, tendré que reconocer que esta fue una decisión inteligente. Es que uno ya empieza a ser perro viejo. 

Llego al kilómetro 10 por debajo de 46'. Tiempazo. Si mantengo este ritmo puedo llegar en 1h 30', que ni en mis mejores sueños. Desde ahora hasta el kilómetro 16 son continuos toboganes con el pequeño puerto de Capuchinos en medio. Rentería, Pasaia, yo creo que el ambiente se va superando pueblo a pueblo. Sin embargo, cada vez cuesta más mantener el ritmo, los kilómetros no pasan en vano. 

Y en este momento llega lo peor. Todo el mundo te lo advierte, es ya un clásico en los foros, la gente no habla de otra cosa que del mítico alto de Miracruz, un muro en el kilómetro 17. Lo empiezo muy conservador pero me voy encontrando fuerte y subo el ritmo hasta que lo corono. El que tenga ganas puede ver mi paso por el alto, este es el enlace.

http://www.corriendovoy.com/atletismo/116112/behobia-san-sebastian-2014-adidas

Y ahora a llegar hasta la meta de cualquier manera. 3 km para dar lo poco que me queda. Antes, en la bajada del alto de Miracruz tengo el aliciente de saludar a mi hija Candela que está con Idoia esperándonos. Qué subidón de moral cuando ya no hay fuerzas en el cuerpo. Con ellas veo a Ekaiz, el hermano de Idoia, haciéndonos fotos. Con esa motivación extra, llego al paseo de la Zurriola. En poco más de un kilómetro, la meta en el Boulevard de San Sebastián. En ese momento no eres tú, es la gente, la cantidad de gente que hay a los dos lados del Kursaal y del puente, la que te va llevando. Si aprieto un poco podría mejorar unos segundillos, pero renuncio. Prefiero disfrutar del magnífico ambiente. Yo he visto pocos lugares de más empatía y solidaridad entre personas que llegando y entrando en la meta de las grandes carreras. Te saludas con el de al lado, te abrazas con un desconocido con el que llevas corriendo dos kilómetros, te aparece una sonrisa bobalicona: la felicidad. Al final cruzo la meta en 1h 31' 14''. Ahí es ná.

Una medalla y una cerveza bien merecidas
Ahora sólo queda el chuletón y la tortilla de bacalao en la sidrería, los gintonics, las risas, los comentarios sobre la liebre de Kuasi, los amigos... en definitiva, la Jarra en el amplio sentido de la palabra, pero de esto yo creo que ya todos os podéis hacer una idea. 


Chuletón y sidra

No nos la acabaremos

14 comentarios:

  1. Qué gran crónica, nos has dejado ganas de intentarlo a todos!!!

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    1. Pero que tiempazo Mons!!! Estás más fuerte que el vinagre!!! Suscribo las palabras de Óscar,... y más con esas "liebras" ;-)

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  2. Me has convencido. Valía la pena no votar. Una pasada de experiencia. Así luego te sales en la bici. Solo un pero: y Olga que ?

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  3. Increíble, vaya nivelazo...
    Enhorabuena

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  4. Mons felicidades por esa crónica🙌me has transportado, de la quietud de mi sofá turco, a la magia de ser una corredora más con el sol calentándome en la cara😉

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    1. Olga, has comentado desde el móvil? se me ocurre que hayas copiado y pegado del Whatsapp sin querer y lo hayas publicado... Mons, antes de publicar la crónica definitiva, también he visto que había dejado 4 posts sin contenido, sólo con parte del título.

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    2. Yo lo escribí desde el portatil, la duda es cómo lo escribió Raquel, no?? Ya he visto tb lo de Ramón, jeje

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    3. Pues no es que sea raro... es raríiiiiiisimoooo... no habría entrado la última vez al blog Raquel con tu ordenador?

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  5. no se que ha pasado con el comentario de Raquelica que lo pone como si fuera yo....Oscar y Germán mirad a ver....
    que más se puede decir después de lo que ha puesto Ramón?? realmente ha sido un gran finde, con garra y por supuesto jarra también, la family y amigos.
    Alguno se ha dado cuenta de que la liebre de Kuasi lleva manguitos??? jejeje
    Alguno de vosotros ya sabe que algunas veces protesto, sobre todo con la bici aunque si hace frío también, así que el domingo no iba a ser menos, que voy a hacerle si tengo alma caribeña....aunque he de reconocer que con calor tampoco se puede correr.
    Supongo que al estar acostumbrada a las carreras planas, sin cuestas, y monótonas en ese sentido, los Kms en la Behobia pasaban rápidos, también por el miedo a los puertos, sobre todo al último, el Alto de Miracruz, a los 17 kms de carrera, pero como no hay mal que 100 años dure, también se acabó, así que casi sin darme cuenta estaba cruzando la meta. Buenas sensaciones, buena temperatura, buen ambiente y tiempazooo!!! 1h 43' Para repetir!

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  6. Emocionante.
    Si no llega a ser por mis firmes convicciones casi me pienso lo de ponerme a correr.
    Enhorabuena por saber disfrutar de estas cosas.

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  7. Vaya crónica que te has marcado, quinto!!!! Parece que la haya presenciado en vivo y en directo. Enhorabuena a los tres por esas marcas que habéis logrado.
    Ya imagino el resto del fin de semana, aburridos como ostras... ¿No?

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  8. Ramón, Olga, !mi enhorabuena!
    Leeros ha sido supermotivador. Ramón, eres un pintor con la palabra y leyéndote,Olga, parece que 20km no son nada.

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  9. Gracias a todos. La verdad es que escribiendo la crónica y luego leyendo vuestros comentarios es como si volviera a correr la Behobia. Qué placer. Pienso que estas salidas en grupo para competir en una carrera o una prueba de BTT... es como un premio a los días de entrenamiento aburrido, a la monotonía de la preparación, al hoy no tengo ganas... A ver si aprovechamos el que seamos un grupo tan numeroso y con tantas cosas en común y salimos a conocer mundo. Nos lo pasaremos teta. Una cosa sí he echado en falta: una camiseta de garra y jarra para runners, que ya somos unos cuantos. La idea ya está lanzada, a ver si cuaja. Un saludo, compañeros.

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