Campos, río, río, río, (...) Cirugeda

Con el frío de la mañana del martes (a las 9 el termómetro de la bola aún marcaba 10º), siete esforzados jarristas (incluyendo el brillante fichaje de Jorge, hijo de Javier), nos preparamos para hacer la ruta marcada por John: subir a Campos y bajar a Cirugeda por el río Campos para luego volver a Aliaga o, si hay ganas de más, subir el Recuenco.

Seis tomamos la salida: Pili a última hora se encuentra mal y decide volverse. Aunque la ruta se plantea suave prefiere curarse en salud.

De modo que empezamos a entrar en calor subiendo a Campos. Ahí ya se ven las piernas jóvenes de Jorge, y rápidamente alcanzamos el homenaje al Olmo. Ahí reagrupamos y seguimos adelante, con el frío ya olvidado gracias a las rampas la subida a Campos.

Desde ese punto la ruta sigue, de momento, la de la carrera de Campos. Bajar al río por la pista que abandona la pista de Jarque. Olga, vigente campeona, nos guía con mano firme, aunque las bajadas se le siguen atragantando un poco. Una vez en el río (y después de comprobado que la carrera no era tan suave como algunos pensaban), comenzamos a subir en paralelo al río. Al poco de cruzar el río, un pequeño percance con un enganche del pedal y una parada (también para hacer fotos al barranco que forma el río a nuestra derecha).

En breve empezamos a bajar y nos acercamos de nuevo al río, donde empieza lo divertido. Según John, la pista va por el cauce y aparece y desaparece, cruzando el río repetidas veces. Y a eso nos disponemos. La mayor parte de ellas, montados, algunas, a pie. 

Sólo el valiente de Jorge, al que no le importa mojarse hasta las cachas cruza todo montado. Incluso, si puede ser, busca la ruta difícil, lo más cercano a las pozas. Y si es necesario, repite la jugada para conseguir el trazado ideal.

Tramo divertido, en el que nos lo pasamos realmente bien y del que salimos sin mojarnos demasiado.

Retomada la ruta (tras buscar por los márgenes del río). Ruta paralela al río, cómoda y lisa, con buen firme, y con un bonito paisaje ante nosotros.

Aún nos encontramos alguna sorpresa no esperada, como alguna subida pedregosa camino de Cirugeda.

La muela Cerra, ya desde arriba, se vislumbra en lontananza.

Reagrupamos y camino de Cirugeda ya, a donde llegamos por la vera del río. Foto en la fuente (de arriba) y listos para retomar carretera hacia Aliaga.

Total, una ruta divertida, menos suave de lo esperado, pero nada para los lobos. Un buen rato más pasado en buena compañía.

Aquí va la ruta:

Y aquí el vídeo de la misma:

¡Mucho monte, pedal y jarra!